Hola, se habló de esto muy al principio de LEA, tú aún no estabas, José. Recuerdo que Sergio fue muy activo en ese hilo.
El tema de las "personas" no es en realidad gramatical, aunque es en gramática donde se manifiesta, sino de pura lógica del lenguaje. Como referencia se dice: "Primera persona es la que habla; segunda, a quien se habla; tercera, de quien se habla". Yo, tú, él, respectivamente, y sus plurales y declinaciones. Los verbos se conjugan de acuerdo con estas "personas" en sus tiempos y modos, y los pronombres completan la labor. O sea que las tres formas de narrativa se basan en eso: el modo en que la narración conjuga al protagonista. En realidad a mi juicio deberían llamarse "narración con protagonista en primera persona", "narración dirigida a segunda persona", "narración impersonal". Esto se ajustaría más exactamente al fondo lógico de la cuestión.
Como analogía, se podría llamar a la narración con protagonista en primera persona "modo diario", porque así están escritas estas crónicas íntimas. La narración dirigida a segunda persona, "modo carta", pues eso semeja. Hay que señalar que este modo implica un narrador que es un personaje, incluso aunque no se sepa nada de él, su modo de dirigirse al lector le confiere personalidad. Y la narración impersonal, quizá la más corriente, "modo observador" , o "modo prensa".
Una variante de la narración en tercera persona se da cuando el narrador no es impersonal sino identificado, o sea, un personaje más de la novela, aun cuando sólo sea por el simple hecho de narrar. Por ejemplo, un relato puede empezar así: "Mi hermano nació en febrero, en Rioja, de Almería, y tal.... ", de modo que no es una narración impersonal sino narrada por alguien que de algún modo se presenta. Podríamos llamarlo "modo testimonio". Esta variante puede, además, estar narrada a segunda persona: "Voy a contarles la historia de mi cuñado, un tipo duro donde los haya...". Aunque a partir de ahí el relato parezca totalmente en tercera persona, el inicio lo convierte en un relato a segunda persona.
Una novela no tiene por qué estar escrita toda ella con el mismo modo de narración. Creo que son casi infinitas las combinaciones posibles. Recuerdo la novela Drácula, escrita en primera persona, a modo de diario pero por varios protagonistas, como si leyéramos alternativamente páginas del diario de distintas personas. O Las mil y una noches, donde un personaje, Sheherezade, le cuenta una historia a su marido, pero en esa historia aparecen muchos otros personajes que a su vez cuentan historias, y a veces hay más historias anidadas como capas de cebolla. ¿Quién es, al final, el narrador? Cuesta recordar, en mitad de la historia del segundo derviche, que se trata del relato de un personaje del cuento que le está explicando Zumurrud a su amante, que a su vez es un episodio de lo que cuenta Sheherezade. Un lío.
¿Qué narrador elegir? Es a criterio del autor, claro está, pero en general uno se siente inclinado casi sin pensarlo a decidir según el tipo de historia. Un relato intimista, donde queramos reflejar emociones, pensamientos, motivos, etc., sería complicado de poner en palabras de un observador. Un relato donde sucedan muchas cosas en diferentes lugares, sería complicado ponerlo en el marco de una sola persona. Por ejemplo, si en una batalla queremos reflejar el desasosiego de los que participan, mejor en primera persona, donde se podrá expresar la angustia, el miedo, etc. Pero si queremos reflejar la grandiosidad de la batalla en toda su extensión, por supuesto lo ha de narrar un observador. En un drama de pareja, otro ejemplo, vendrá bien el intimismo del relato en primera persona. Pero ¿y la otra parte? O bien la ignoramos, o bien cambiamos de protagonista alternativamente, pero siempre en primera persona. Y si al final queremos ser objetivos, nada impide algún capítulo narrado por un narrador ajeno, impersonal.
Tiene mala fama el narrador omnisciente, y yo no lo veo tan mal. También a veces se tilda de omnisciente al narrador porque sepa cosas sin explicar por qué las sabe. Yo creo que algunos se pasan en estas observaciones. El narrador es, y debe ser, un enterado. Es quien conoce una historia y nos la cuenta, no alguien que pasaba por allí. Se ha de suponer que está al tanto de los antecedentes, y si dice, por ejemplo, que en una casa sucedió un crimen años atrás, no hace falta que explique que habló con una mujer del pueblo que se lo contó. Lo dice y punto. A veces por temor a la omnisciencia los relatos están cargados de "parecía" y eso es tanto o más horrible. Parecía cansado, parecía estar aburrido, parecía... No pasa nada por decir que estaba cansado o aburrido. Es una opinión. Otra cosa sería hablar de sentimientos o pensamientos.
Creo que el asunto del narrador es de los que menos dudas plantean al autor. En pocos casos he visto problemas en ese sentido. La tercera persona es lo más frecuente. En los relatos cortos es más fácil usar la primera persona. Este modo obliga a que el protagonista esté presente en absolutamente todo lo que cuenta, por lo que en un relato largo, tipo novela, puede ser complicado. De todos modos el autor encontrará siempre recursos para meter lo que le convenga: una noticia en prensa, una carta... pero siempre pasando por el protagonista. No veo por qué habría de ser más aburrido un relato de un modo que otro. Quizá el relato narrado a segunda persona sea el que canse más, porque el lector se siente interpelado y eso durante mucho rato... pues se hace incómodo. Yo no recuerdo ninguna novela escrita así enteramente pero puede que las haya.
Finalizo, ya toca, con una última modalidad de relato a segunda persona que sería confuso clasificar. Pongo el ejemplo bien conocido: Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora, campos de soledad... Es un poema, pero da igual. Con el uso de un simple vocativo, la narración se dirige a un tal Fabio, segunda persona para quien habla, pero no es el lector. Para el lector, Fabio es tercera persona. Interpreto que es un relato a segunda persona, atendiendo a la conjugación del verbo (que ves).
Esto es lo que se me ocurre ahora sobre el asunto. ¿Alguien conoce otros tipos de narración?
Interesante el tema, José, al menos para mí. Saludos.
Citar:
"Cuando estuvo cerca lo saludé y él me respondió sonriendo y encogiendo los hombros mientras señalaba el montículo de hojas. Dijo:
—No me va a tomar por loco, vecino ¿no?
—No. Al contrario. Yo tendría que estar haciendo lo mismo para zafar del insomnio".
Como podemos observar, el narrador se está dirigiendo a un lector imaginario, y le cuenta en primera persona lo que sucede y lo que opinan los personajes con sus parlamentos, incluido él mismo.
¿Dónde ves que se dirija a un lector imaginario? Si se dirigiera a algún lector, imaginario o no, sería un relato a segunda persona. Si lo que quieres decir es que narra esperando que alguien lo lea, eso sí.
_________________
Saludos desde Barcelona - España.