Tienes mucha razón, Luisa. Me asombra pensar que existen ingenuos que aún creen que los políticos, de uno y otro color, son buenas personas que quieren mejorar el mundo. Los políticos son, la mayoría y por definición, hipócritas que quieren enriquecerse a costa de los demás. Y mandar, que eso también gusta mucho. Son la nueva aristocracia. Es verdad que algunos tienen cierta ideología: son los más peligrosos. Vista la historia, si un político sólo roba es un mal menor. Cuando además tiene algunas ideas puede ser terrible: guerras, revoluciones, represión... Lo único bueno del sistema, por lo que se aguanta, es que para robar 10 tienen que mover 100, y con lo que sobra algo se va haciendo. Yo soy muy pesimista: si hacen una carretera o un hospital es para robar en las cuentas, para adjudicar las obras a algún familiar o amiguete, para enriquecerse... Pero después queda la carretera o el hospital, y eso es bueno. Además, lo necesitan para que les sigan votando y poder seguir robando. Ahora, con la crisis, se puede recortar todo menos su mangancia. Eso es intocable. Para eso están ahí, si no no tendría sentido. No se les puede exigir decencia porque lo que hacen no es casualidad, ni una tentación, sino el único motivo por el que están donde están. Ya hacen ellos las leyes y normas y prácticas para que sea así. Por ejemplo ¿cómo puede ser ministro una persona que no está preparada con los conocimientos necesarios? ¿Cómo se puede robar tanto y en todas partes sin que "nadie se entere"? ¿Cuántos políticos ladrones hay en la cárcel? ¿Hay algún partido que no robe? ¿Para qué se meten en política los que se meten en política? ¿Se investigó lo del 3% que dijo Maragall hace años? ¿Por qué han de tener unos privilegios enormes mientras los demás sufren cada vez mayor desamparo? Todo eso lo aceptamos igual que los siervos aceptaban en la Edad Media el derecho de pernada, sin rechistar, como si fuera derecho divino. Y ahí está el problema. La sociedad ha de dar un giro de 180 grados en ese asunto.

Yo soy partidario de, en las próximas elecciones y siguientes hasta que la cosa se arregle si es que tiene arreglo, dar voto nulo, con un mensajito en la papeleta al gusto de cada cual...

...mmmmm..., ahora pretenden dejarnos a dos velas, mientras los "consejeros" que aconsejan tal infamia se tragan cual nuestro derecho a conectar lo que nos apetezca sin que eso suponga nuestra quiebra monetaria más absoluta.

A dos velas o sin ellas, Feliz 2014, y que cunda la creatividad a toda la Gran Familia de LEA

Abrazos desde Avilés —Asturias