Letras entre amigos

Todos los textos sujetos a copyright. Prohibida su reproducción.
Fecha actual 02 May 2024 08:04

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]


Reglas del Foro


LETRAS ENTRE AMIGOS, ZONA ABIERTA A TODOS LOS USUARIOS Y VISITANTES



Nuevo tema Responder al tema  [ 7 mensajes ] 
Autor Mensaje
 Asunto: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 14 Jun 2012 15:07 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 09 Jun 2011 18:36
Mensajes: 1490
http://www.elheraldo.co/blogs/entrevist ... ente-70622

_________________
http://antony-sampayo.blogspot.com


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 15 Jun 2012 19:47 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 23 Jul 2011 11:52
Mensajes: 3044
Ubicación: Tarragona -España
Muy bueno el artículo con entrevista incluida y muy buen marketing. Vemos ante todo que el título principal y los dos títulos siguientes son atractivos y nos invitan a leer. A continuación leemos algo que no es muy común en el mundo periodístico: hablar sobre sí mismo, contar cosas particulares. En este caso resulta muy positivo pues es una manera de acercarse más al lector. Y finalmente la entrevista que resulta muy amena.

En la redacción del texto se nota la mano de un buen corrector, que no solamente domina a la perfección el idioma sino que sabe respetar algún vocablo localista con mucho arte, allí donde es estrictamente necesario. Se ve también su pulcritud y debe ser una persona muy perfeccionista en su trabajo.

Saludos.

_________________
Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya
Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 16 Jun 2012 04:42 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 09 Jun 2011 18:36
Mensajes: 1490
¿Hablas de mí, Jozga?, je je je. Gracias, amigo. Esto es lo que más me gusta hacer, contar historias en primera persona (perdón por la redundancia). Este artículo lo publiqué el pasado domingo, y ya he recibido más de cien email felicitándome y solicitando la dirección de Lola. Nunca antes algo que yo escribiera había causado tanto furor, ya hasta estoy pensando en la parte II.

Saludos amigos, y respiren tranquilos, el mundo no se acabará, Lola lo dijo.

_________________
http://antony-sampayo.blogspot.com


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 16 Jun 2012 08:32 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 23 Jul 2011 11:52
Mensajes: 3044
Ubicación: Tarragona -España
Ah, hola, Ansape. ¿Tú por aquí? Pues no, no hablaba de ti, ¡mirá vos!, hablaba de un corrector perfeccionista... :lol: :lol: :lol:

_________________
Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya
Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 29 Sep 2012 23:36 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 05 Sep 2011 03:36
Mensajes: 415
El siguiente artículo explica de manera sobrada porqué no se acabará el mundo, al menos no es lo que los mayas profetizaron.

http://sipse.com/noticias/138233--cielo ... -2012.html

El cielo maya, foco de atención en 2012
MÉXICO, D.F.- La antigua cultura milenaria hacía cálculos, no profecías, al observar los astros.


Adriana Malvido/MILENIO
MÉXICO, D.F.- A veces es necesario desaprender para entender. En el caso del calendario maya nuestra noción occidental del tiempo y el espacio debe ponerse en reposo y abrirle paso a la imaginación para vislumbrar a un hombre con taparrabos que pacientemente observa el cielo sentado sobre una piedra. Lo hace para que las estrellas, los planetas, los ciclos solares y los de la Luna, los eclipses y todos los eventos cósmicos visibles, le enseñen a medir el tiempo, a calcular el pasado y a dibujar el futuro. Ese hombre deja labrado en códices, tableros y estelas su saber acerca del movimiento de los astros, para que otro llegue después a sentarse en la piedra y continúe su tarea. Y así, generación tras generación, el ritmo y el latido del cosmos lleva un registro humano con el fin de alcanzar el secreto último del universo que se encuentra en los números.

Los mayas hacían cálculos, no profecías, y la suya se convirtió en una manera única de medir el tiempo que hoy atrapa la atención del mundo.

En internet, hay 4 mil millones de referencias a la mítica fecha del calendario maya; el Discovery Channel transmite por televisión una serie completa sobre el tema; Juan Pablo Rulfo filmará su película Revelaciones mayas del 2012 y más allá y se preparan dos nuevos recintos, el Gran Museo del Mundo Maya en Mérida y el Palacio de la Civilización Maya en Yaxcabá, Yucatán.

Las visiones extremas van de una lectura apocalíptica del calendario maya, según la cual entre el 21 y el 23 de diciembre de 2012 tendrá lugar el fin del mundo, hasta aquella que aduce el nacimiento de una nueva era cargada de energía positiva que renovará la conciencia cósmica de los seres humanos.

Entre esos extremos se encuentra la versión científica. Un grupo interdisciplinario de mexicanos compartirá públicamente sus hallazgos luego de una larga investigación sobre el calendario maya. Lo hará con una exposición titulada "2012. Universo maya" en el Museo Nacional de Antropología e Historia de la Ciudad de México en algún momento, por definir, del nuevo año. Contará con recursos tecnológicos de punta similares a los que utiliza David Copperfield en el campo del ilusionismo y promete presentar "una historia de ciencia fascinante que no se ha contado".

Avalado por la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el equipo está integrado por el doctor José Franco, ex director del Instituto de Astronomía de la UNAM y actual vicepresidente de la AMC; el doctor Luis Barba, secretario académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM y el doctor Rodrigo Liendo, investigador del mismo instituto; Gabriela Guzzy Arredondo, bióloga, maestra en Ciencias de la Tierra, ex subdirectora de Universum de la UNAM y coordinadora general de la exposición; la arqueóloga Laura Pescador, del INAH; el doctor José Luis Pech Pacheco, experto en inteligencia artificial y desarrollador para la NASA de un software especial para el análisis de Marte; Daniel Flores, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM; como responsable de la investigación, el doctor Guillermo Bernal, destacado epigrafista del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM; y Víctor Torres Roldán, biólogo de la UNAM, maestro en Ciencias por la Universidad de Michigan, con estudios de doctorado en Geofísica, ex director para América Latina de la Earth Observation Satellite Company y autor de la primera explicación astronómica sobre cómo se originó el calendario maya con observaciones a simple vista, con base en los ciclos sinódicos de Marte, Júpiter y Saturno.

Torres Roldán asegura emocionado en entrevista: "El calendario maya es el mayor logro matemático de la humanidad".

Los calendarios sirven para llevar la cuenta de los eventos, porque en la imagen mental del hombre se registra el quién, el qué y el dónde, pero no el cuándo, por lo que a esta categoría del tiempo hay que etiquetarla para recordar en qué momento sucedió algo.

Si el hombre nómada que cruzó el estrecho de Bering, mucho antes de construir pirámides y ciudades, ya estaba muy familiarizado con su entorno; si sabía qué plantas eran buenas para confeccionar flechas y cuáles otras servían para tejer o para sanar; si no requería de un calendario para predecir, como otros seres vivos, cuándo llovería, este investigador se preguntó por qué los mayas organizaron un calendario que, a partir de la mera observación de los astros, resulta tan complejo y registra cuentas de tiempo tan largas.

Los mayas desarrollaron dos calendarios que avanzaban simultáneamente: el calendario solar, o Haab, de 360 días, al que le agregaban un mes corto de cinco días para hacerlo coincidir con el ciclo solar de 365.24 días. Y uno ritual, que era sagrado, el Tzolkin, de 260 días. Los dos calendarios se desfasaban desde el primer año y tardaban 52 años en sincronizarse de nuevo. Entonces, se inauguraba una nueva era.

Cuando escribió su libro Ciudades estelares, Víctor Torres descubrió que Teotihuacan, Monte Albán, La Venta, Tenochtitlan... eran un espejo del cielo y que, como éstas, otras ciudades prehispánicas seguían un patrón constructivo copiado de la carta estelar del día de la creación de los mayas. Es decir, la posición de las pirámides era una copia de la posición de las constelaciones en el cielo. Pero se preguntaba cómo es que los mayas resolvieron la ubicación de las estrellas.

Eran cálculos matemáticos.

"Yo pensaba que si había un calendario que llevaba el registro de tanto tiempo, miles y miles de años, no podía ser de ninguna manera sólo para fines agrícolas, y que sólo tendría sentido para dos cosas: para seguir el movimiento de los astros que tiene esas escalas de tiempo y para seguir los destinos humanos".

Desde tiempos de la Colonia, se sabía que la cuenta del Tzolkin era una cuenta adivinatoria para predecir los destinos humanos y que los tonalámatls (un tipo de códices) servían para conocer la fortuna de los hombres. La de 260 días era una cuenta adivinatoria clave, equivalente a los nueve meses de gestación y al tiempo en que tarda el maíz en madurar.

Aun así, Torres pensaba que esa cuenta de 260 días debía tener un significado más. Porque el Sol y la Luna están relacionados con otros cuerpos celestes visibles y en movimiento como Marte, Júpiter y Saturno. Además, los mayas observaban y llevaban la cuenta del movimiento de Venus cuyo ciclo es de ocho años. Aparece como estrella de la mañana y como lucero de la noche cinco veces en ese lapso. Sale de Escorpio (como se aprecia en los murales de Cacaxtla), luego desciende a otras constelaciones y al cabo de ocho años vuelve a salir sobre Escorpio. Los mayas hicieron ese registro observando el firmamento y al terminar el ciclo, según Sahagún, realizaban una ceremonia para conmemorar el retorno de Venus a las Pléyades.

"Pero nosotros ya estamos muy alejados del cielo, no sabemos dónde están las Pléyades ni reconocemos a Venus o a Júpiter; entonces nos parece muy complicado. Para calcular las órbitas de los planetas tendríamos que resolver una ecuación para la Luna, otra para la Tierra, una más para el Sol y también para Venus. Si intentáramos hacerlo en la computadora nos llevaría un sinnúmero de operaciones. Los mayas, en cambio, veían, detectaban los eclipses y contaban para calcular cuándo sucedería el mismo fenómeno estelar hacia delante y cuando sucedió miles de años atrás. Esa era una cuestión clave, como lo fue para Mesopotamia y para Babilonia.

Lo fascinante, abunda Torres Roldán luego de toda una disertación sobre los números primos, es que tanto Marte, como Júpiter y Saturno, tienen que ver con ese ciclo de 260 días. "Es un nú- mero que está en todas partes. Si tú trabajas en una computadora e introduces los ciclos de Júpiter, de Marte... encuentras que de todos los ciclos, 365, 52, 13..., el único número que multiplicado por otro factor te permite encontrar las órbitas de los planetas es el 260".

Lo que los mayas hicieron en torno al conocimiento del sistema solar, dice el científico, es de una complejidad asombrosa. "En los códices están los periodos que manejan; son abstracciones y promedios muy atinados sobre los procesos y eventos celestes. Están los periodos cortos, como el de la Luna, de 29 días, pero también el de Venus, de 564 días. Sólo quienes observan el cielo durante años y a través de muchas generaciones, pueden alcanzar esos cálculos. Era una actividad de Estado, colectiva, de la mayor importancia, como para destinar a personas inteligentísimas, especializadas en el cielo, a contar".

Para conocer la ubicación y el movimiento de los planetas, la humanidad tuvo que esperar a Johannes Kepler quien, luego de observar durante treinta años el movimiento de Marte, desarrolló las leyes del sistema planetario en 1610. Dos mil años antes, asegura Torres, en Mesoamérica ya se había resuelto el problema, sin ecuaciones elípticas y sin quebrados.

Para el investigador, "el calendario maya es una ventana maravillosa a la mente humana. Una manera de seguir el tiempo, única de Mesoamérica, que descarta cualquier posibilidad de contacto, de leyendas extraterrestres".

Y el número 260, insiste, "es un tributo al intelecto del hombre mesoamericano, a su imaginación creativa y a su capacidad de analizar un problema". Observando, los mayas identificaron el promedio con el que sucedían los eventos y así lograron calcular periodos larguísimos de tiempo. Simple y sencillamente, resume Torres, así "dedujeron la complejidad del sistema solar". Si un hombre contemporáneo se lo propone, "se enfrenta a un montón de decimales para calcular las órbitas, de manera que el más leve de los errores le dará mal el resultado".

Diego de Landa dejó testimonio de un viejo que podía indicarle, con una velocidad sorprendente, la posición de los planetas dentro de 300 años.

¿Y para qué buscaban todo ese conocimiento?

"Para decirte: 'Yo soy mi primer ancestro'. En el ritual de asunción al poder de un gobernante se revive el momento mítico y se hace propio. Los mayas calculaban dónde estaba ese ancestro, que es un planeta, y decían 'yo me entronizo en la misma fecha que él y en la presencia de este señor que es un señor del cielo'. Y si cuentas los periodos en que gobernaban, éstos equivalen a los periodos de los eventos estelares que se repiten en una posición determinada en el cielo. Ellos estructuraban el tiempo y las secuencias dinásticas en relación a los astros y así le daban una legitimación divina al poder".

En Mesoamérica no tenían aún conocimiento de la evolución de los astros ni la noción de que nuestros átomos vienen de las estrellas. Sin embargo, advierte el investigador, sí identificaban una energía vital del universo que habitaba en el interior de todos los hombres, y si estabas vivo era porque algo divino había en tu interior, debajo de la máscara que es la piel: una fuerza vital te anima, al igual que a los planetas y a todo el universo. Por eso, el maíz, el Sol y el hombre son uno mismo.

o o o

Para entender lo que sigue hay que recordar que en la medición del tiempo maya un tun es un año, un katún son 20 años, 20 katunes es un baktún y 13 baktunes conforman toda una era cuya duración es de 5 mil 125.3 años.

Se trata, dice Víctor Torres, de un ciclo planetario que no se había entendido. Y ese ciclo parte de una fecha cero para ir contando los días uno tras otro sin parar, como nosotros contamos desde le época de Cristo.

Durante la Colonia, cuando Diego de Landa quema los códices mayas, sólo sobreviven tres que luego aparecen en Madrid, en Dresden y en París. Contienen un montón de números que se identifican como fechas calendáricas. Los españoles intentan hacer una correlación entre el calendario maya y el juliano. Desde entonces, se han hecho cerca de 30, pero la correlación más aceptada es la GMT, establecida por Goodman, Martínez y Thompson.

Dicha correlación ubica el día cero, para los mayas, entre el 11 y el 13 de agosto de 3114 a. C. Es una fecha-era que se ha encontrado en muchas obras del área maya y que se escribía 13.0.0.0, 4 Ahau, 8 Comhú, y se refiere al origen del cosmos. Su ciclo de 13 baktunes (5 mil 125.3 años o 1 millón 872 mil días) culminaría, según esta interpretación, entre el 21 y el 23 de diciembre de 2012.

El equipo de Torres está en una fase de su investigación "en la que entendemos los ciclos planetarios tal y como los concebían los mayas" por lo que muy pronto, asegura, hará una propuesta más exacta sobre la fecha del origen en el calendario maya.

Si bien toda explicación es resultado de cálculos matemáticos y astronómicos, Torres Roldán ofrece una traducción: "Lo espectacular del 2012 es que el cielo volverá a estar como en el origen", es decir, como hace 5 mil 125.3 años, según el calendario maya.

Explica: "Son ciclos planetarios. El movimiento del cielo es como una maquinaria de reloj y de repente todas las manecillas se ponen otra vez en ceros. El de los 13 baktunes es un ciclo en el que los planetas regresan a la misma órbita y al mismo sitio. Para los mayas se trata de una revolución celeste, una puesta en sincronía completa, el inicio de una nueva era".

Pero había muchos ciclos antes y muchos después. Torres menciona estelas que manejan fechas de millones de años en Palenque, en Cobá, en Yaxchilán, ciclos de hasta 21 baktunes con las cifras más grandes que se han escrito jamás. "La tarea de los mayas era encontrar el movimiento del cielo y lograrlo era motivo de gloria. Porque cuando resuelves el cielo, que es lo que los astrónomos hicieron en Babilonia para saber cómo se movían los planetas, te enfrentas a un momento mágico. Y es que los números son el secreto último del universo, el secreto último de Dios. Cuando uso la computadora de la NASA para observar los planetas, recuerdo que los mayas movían rueditas y calculaban el movimiento no de uno, ni dos, sino de tres cuerpos celestes simultáneamente. Y así nos dan el ritmo, el latido, el ADN del universo en un calendario sagrado que resuelve la posición de la Tierra, del Sol, de la Luna, de Marte, Júpiter y Saturno. Nunca, en toda la historia de la humanidad, se ha inventado algo de tal elegancia matemática".

¿Los mayas celebrarían en 2012 el origen del universo?

Para responder, Torres retrocede hasta Babilonia, los caldeos y la astrología de la antigua Grecia, cuando se hablaba de un momento en el que los planetas estuvieron todos juntos y al que se atribuía el inicio de todo. Y comenta: "El hombre mesoamericano debió pensar lo mismo, que en 2012 los planetas estarían todos juntos. Nosotros estamos investigando y cuando resolvamos esto, lo que creo que vamos a encontrar es que Marte, Júpiter y Saturno estarán en una configuración especial en cuanto a su posición en el universo. No alineados como todo mundo piensa, como se decía en Babilonia y lo narraban los griegos, sino algo distinto que mostraremos en la exposición".

Durante muchos años, a partir de que la poderosa pluma de Eric Thompson desacreditó a los astrónomos, éstos y los epigrafistas se distanciaron y estudiaron por separado a los mayas.

"Ahora estamos juntos de nuevo y hemos encontrado coincidencias escalofriantes con los números que aparecen en la astronomía y que, para nuestra sorpresa, también están en las inscripciones. Buscamos la correspondencia entre eventos dinásticos, como la entronización o el sacrificio, y los eventos planetarios. Y eso nos llevará pronto a definir, con más certeza, el origen del calendario maya".

El investigador atribuye la versión apocalíptica al vacío, a la pérdida de rituales que daban estructura a la humanidad y a la necesidad de significados en la existencia, pero también a la interpretación de una parte de los Chilam Balam que habla del fin del mundo, "cuando regrese el 4 ahau" a partir del baktún 13 en la cuenta antigua del tiempo.

Así como en los mapas antiguos se incluían figuras mitológicas, estas versiones en nuestro mapa actual tienen algo de dragones y de monstruos que Torres atribuye "al miedo y a la fascinación humana por lo desconocido".

Lo real, concluye, es mucho más asombroso, pero se necesita ciencia para explicarlo. Desde su punto de vista, "el conocimiento es un nuevo portal que se abre a la humanidad para observar el cielo".

Miguel León Portilla ha escrito: "Más que nadie sintió y pensó el maya el cúmulo de misterios que plantea este inescapable universo cuyo sustrato más hondo es el tiempo. A través de los siglos cultivó su obsesión. Fue suyo el afán de comprender pero también saber de salvación. Así concibió sus mitos, creó símbolos, se valió del cero, inventó nuevos cómputos y afinó fórmulas de ajuste y corrección. Llegó a ser adorador de la realidad primordial, omnipresente y sin límites. Ponerse a tono con ella era el mayor interés de su vida. La sabiduría de los sacerdotes y sabios precisamente lo llevaba a entrever su lugar en la tierra, a atisbar el misterio y a continuar siempre en busca del ritmo divino del universo".


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 01 Oct 2012 08:20 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 23 Jul 2011 11:52
Mensajes: 3044
Ubicación: Tarragona -España
Muy interesante el artículo. Ojalá tuvieran razón y este 2012 sea el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. No ya a nivel del Universo, también en el ámbito social. Se hace necesario un cambio de rumbo. Hay que hacer borrón y cuenta nueva en este mundo de injusticia social, de destrucción sistemática de los recursos del planeta y de una visión equivocada de lo que representa el paso del ser humano por la Tierra.

Saludos

_________________
Saludos desde Tarragona - España / Salutacions des de Catalunya - Espanya
Los halagos ensalzan nuestro ego, pero una crítica constructiva nos hace más sabios. JGM.


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: ¿Se acabará el mundo en diciembre?
NotaPublicado: 02 Oct 2012 16:09 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 09 Jun 2011 18:36
Mensajes: 1490
¡¡¡Ah!!! ¿No se acaba? ¡Pero es que yo me endeudè a proposito,no me conviene que esto siga.

_________________
http://antony-sampayo.blogspot.com


Arriba
 Perfil  
 
Mostrar mensajes previos:  Ordenar por  
Nuevo tema Responder al tema  [ 7 mensajes ] 

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]


¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 107 invitados


No puede abrir nuevos temas en este Foro
No puede responder a temas en este Foro
No puede editar sus mensajes en este Foro
No puede borrar sus mensajes en este Foro
No puede enviar adjuntos en este Foro

Buscar:
Saltar a:  
cron
Powered by phpBB © 2000, 2002, 2005, 2007 phpBB Group
Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com