Letras entre amigos

Mientras esperaba agazapado en su habitación pude observar cómo aquel hombre se ponía el pijama, acomodaba la almohada, cogía el libro que tenía sobre la mesilla y continuaba la lectura que había iniciado la noche anterior. Yo sabía que durante todo el día había deseado que llegara ese momento porque la intriga lo tenía devorado. No en vano, el día anterior la había dejado justamente cuando acababa de descubrirse el cadáver del presidente y las sospechas a cerca de quién podría ser el asesino empezaban a cernirse sobre todos sus colaboradores.

Lamentaba interrumpirlo, pero había llegado el momento de reunirme con él.

“Pssss, pssss, disculpe. Sí, es a usted. No, no se ha vuelto loco. Lo que ocurre es que no está solo. Sería muy largo de explicar qué hago aquí y por qué le hablo tan quedo, pero se lo resumiré: ha llegado Su Hora. Mire, yo pertenezco al CCA, Cuerpo de Controladores de Almas. Estoy al servicio del Infierno, tengo mi puesto de trabajo en las Puertas de la Muerte y mi función consiste en que las almas emponzoñadas no se desvíen indebidamente hacia las Puertas del Cielo. Así que como habrá comprendido vengo a decirle que la suya, sí, su alma, ha entendido bien, amarillea por momentos. Mal asunto. Pero también le digo que hoy está de suerte. No ponga esa cara, hombre, se lo explicaré con un poco más de detalle para que lo entienda.

[Justify]En fin mire usted, en el Origen, el Cielo y el Infierno estaban bajo la gestión única del Más Allá. Poco importaba entonces que las personas hubieran sido buenas o malas durante su vida porque en virtud de un pacto entre Dios y el Diablo, lo cierto era que todas las almas acababan en el mismo sitio: café para todos. Como ve, nada que ver con lo que nos contaban los libros de religión. Mi trabajo se desarrollaba entonces en el CCP,Comité Conjunto del Purgatorio, cuya función principal era decidir qué se hacía con aquellas otras almas de historial ambiguo. Un paripé, en realidad, para cubrir el expediente. Las reuniones de este órgano eran una excusa para que los mandamases se tomaran una copa a la salud de la institución porque, pasado un tiempo, ya le digo, todos acababan allí, en el Más Allá. ¡Qué tiempos tan buenos! Sin embargo -no se sabe muy bien cómo empiezan estas cosas- los líderes se fueron enredando en un debate competencial cuya consecuencia fue que todo aquel sencillo entramado organizativo quedó, más que dividido, multiplicado en dos administraciones autónomas: el Cielo, bajo el poder omnipotente de Dios y el Infierno, bajo la falsa permisividad del Diablo. Cada una de estas entidades contó a partir de entonces con presidente, consejeros, asesores, etc, etc, usted me entiende. Sus políticas, digámoslo así, se diferenciaron. Esto quiso decir en realidad que ninguno pudo permitirse el lujo de perder un solo administrado ya que los dineros de cada entidad y las cuotas de poder se determinaban teniendo en cuenta, entre otros parámetros mucho menos importantes, el padrón de residentes. Los trabajadores del Purgatorio fuimos repartidos tras una ardua negociación entre ambas administraciones y yo pasé al Infierno con las funciones de control que ya le he relatado. Estoy seguro de que todo esto es familiar para usted, no en vano ha dedicado su vida a hacer un poco de esto mismo. Y tenía que contárselo para que entendiera por qué le digo que hoy es su día de suerte. Y estoy aquí porque….en fin....los Controladores del Infierno estamos en huelga. Si, en huelga. Tenemos un jefe endemoniado y falso. Se ha pasado el convenio por el rabo y nos ha rebajado el sueldo. Nos dice el muy cabrón que eso nunca se le hubiera ocurrido a él. Que existen precedentes nos dice, triangulando las cejas y partiéndose de risa. Sepa usted que los Controladores del Cielo, con mucho menos trabajo, nos sacan una pasta todos los meses -su jefe es otra cosa- y piense que el mal rollo fomentado por aquella Crisis que nunca existió (no se haga el tonto, que sabe perfectamente de lo que le hablo) nos generó un exceso de trabajo que nunca cobraremos por la cantidad de almas que, siendo fundamentalmente buenas, nos llegaban envenenadas a diario. Así que, hartos ya, decidimos en Asamblea boicotear la entrada de almas corruptas en el Infierno….y hacer todo lo posible para que vayan directas al Cielo. Si. Con un par. Vale, de acuerdo, esto es algo más que una huelga. Pero, comprenderá que esperar algo bueno de nosotros es una contradicción. Sólo mi mala suerte es la responsable de que me haya tocado a mí el marrón de tratar precisamente SU CASO porque su alma apesta a azufre. Y porque ya le teníamos ganas. No, no, que no estoy aquí para discutir, que ya se le notaba en vida. No se esfuerce en negarlo. Figura todo en su expediente. Ahí consta que ha consumido su vida haciendo comulgar a todo un país con ruedas de molino; recuerde que consiguió irritar a los suyos y hasta consiguió que la Oposición (la suya, sí) se ganara directamente el Cielo (con el daño que esto causó a nuestro presupuesto al birlarle unos ingresos que consideraba como fijos). Podrá imaginar en qué situación desesperada nos encontramos los Controladores del Infierno al hacer la vista gorda en un caso tan cantado y público como el suyo. Nos la jugamos, pero con ello también le demostramos al Demonio que estamos dispuestos a todo. Así que se lo cuento en su idioma ahora que no nos oye nadie: usted se arrepiente rapidito y los dos nos hacemos un favor. Además, lo que le pido es gratis y no le exige devolver su patrimonio. Ni siquiera tiene que repasar todas sus tropelías; ya sabemos que ingresó en el Partido siendo muy joven, que llegó muy alto y demasiado lejos y que tanto detalle nos llevaría un tiempo del que no disponemos. Sólo tiene que poner en práctica aquello de la contrición que enseñaban los curas ¿recuerda? Tendrá que rezar un poquito, a lo católico y a pelo, sin subterfugios ni Deuteronomios que valgan. Esto no es América. Por el personal que custodia las puertas del Cielo no hay problema. Sus Controladores ya se han olido la tostada y se frotan las manos con la productividad de este mes. Así que preste atención a ese dolorcito que le sube por el brazo porque no es ninguna broma. Si, ése, en efecto. Puede llevarse su libro, cómo no. Conozco y comparto su pasión por la lectura y sé que anda muy emocionado con el best-seller. Yo me lo leí de un tirón. Le servirá de entretenimiento porque en el Cielo no encontrará demasiadas caras conocidas. No, a su abuelo tampoco, me he informado, lo siento. No haga por respirar buen hombre, no alargue este momento inútilmente. Confíe en mí y déjese llevar…Si, si, apriete fuerte el libro, no se le caiga. Ahora tengo que dejarle; lo ha hcho muy bien, ha sido un placer, descanse en paz….Perdone….una última cosa: al Presidente lo ha asesinado su vicepresidente. Se le veía muy taimado, si, pero a su vez, será envenenado por la ministra aquella que tuvo que retirarse de la carrera a la presidencia, que en realidad, también le cuento que no era una mujer, sino un hombre que pasó su vida disfrazado por aquello de la cuota…lo siento, no ponga esa cara, señor, no he podido evitar el contárselo…está en mi naturaleza.

Hola Belén, una historia magnífica, con muchas referencias sarcásticas a la política y a las creencias en el Más Allá. Creo que es un texto estupendo, digno de presentarlo a un concurso.

Apenas he visto arrugas, manejas muy bien la redacción y el estilo. Si tuviese que darte algún consejo para pulirlo, lo siguiente:

- considerar el uso de la tijera en algunas partes, sobre todo al principio:

Mientras esperaba agazapado en su habitación pude observar cómo aquel hombre se ponía el pijama, acomodaba la almohada, cogía el libro que tenía sobre la mesilla y continuaba con la lectura que había iniciado la noche anterior. Yo sabía que durante todo el día había deseado que llegara ese momento porque la intriga de la historia lo tenía devorado. No en vano, el día anterior lo había dejado justamente cuando acababa de descubrirse el cadáver del presidente y las dudas a cerca de quién podría ser el asesino empezaban a cernirse sobre todos sus colaboradores.

Lamentaba interrumpirlo, pero había llegado el momento de reunirme con él.

“Pssss, pssss, disculpe. Si, es a usted. No, no se ha vuelto loco. Lo que ocurre es que no está solo. Sería muy largo de explicar qué hago aquí y por qué le hablo tan quedo, pero se lo resumiré: ha llegado Su Hora. Mire, yo pertenezco al CCA (Cuerpo de Controladores de Almas). Estoy al servicio del Infierno, tengo mi puesto de trabajo en las Puertas de la Muerte y mi función consiste en que las almas emponzoñadas no se desvíen indebidamente hacia las Puertas del Cielo. Así que, como habrá comprendido, vengo a decirle que la suya, si, su alma, ha entendido bien, amarillea por momentos. Mal asunto el estado de su alma. Pero también le digo -ya lo entenderá- que hoy está de suerte. No ponga esa cara, se lo explicaré todo con un poco más de detalle para que lo entienda. A usted la Historia tiene que interesarle. O no. Eso explicaría muchas cosas.

En ese fragmento que he copiado noto alguna rascadura. A ver si acierto

No en vano, el día anterior lo había dejado justamente cuando acababa de descubrirse el cadáver del presidente y las dudas a cerca de quién podría ser el asesino empezaban a cernirse sobre todos sus colaboradores.

Cuando dices "el día anterior lo había dejado justamente..." , "lo" es el libro, ¿no?, y como referente para el pronombre queda ya muy lejos, me ha descolocodado un poco al leer. Podrías poner "la" (sería "la historia", que se acaba de citar), o incluso darle un giro a la frase para exponerla de otro modo. Es mi impresión, a ver qué opinan otros compañeros. Al final de esa frase creo que más que dudas, la palabra sería sospechas. O sea: No en vano, el día anterior la había dejado justamente cuando acababa de descubrirse el cadáver del presidente y las sospechas a cerca de quién podría ser el asesino empezaban a cernirse sobre todos sus colaboradores.

En el fragmento siguiente hay un inciso anidado que creo que quedaría mejor con guiones. Propongo algo así:

Así que, como habrá comprendido,vengo a decirle que la suya —sí, su alma, ha entendido bien— amarillea por momentos. Mal asunto. Pero también le digo que hoy está de suerte. No ponga esa cara, hombre, se lo explicaré con más detalle para que lo entienda. (Podrías añadir ese vocativo para resaltar la campechanería con que el controlador lo trata).

- cambiar los guiones por rayas largas, pegadas sin espacio al texto inciso

Sin embargo - no se sabe muy bien cómo empiezan estas cosas - los líderes se fueron enredando...
Sin embargo —no se sabe muy bien cómo empiezan estas cosas— los líderes se fueron enredando...

- "esponjar" un poco el texto para no hacerlo visualmente espeso. Es una tontería que no influye en nada pero el lector suele agradecerlo.

- evitar los paréntesis:

Mire, yo pertenezco al CCA (Cuerpo de Controladores de Almas).
Mire, yo pertenezco al CCA, el Cuerpo de Controladores de Almas.

- y dar un par de lecturas revisando algunas comas que se echan de menos, por ejemplo:

Que existen precedentes, nos dice, triangulando las cejas y partiéndose de risa.

Muy, muy bueno, en mi opinión, muy ingenioso, muy divertido. Enhorabuena.

Abrazos

Hola Belén, menos mal que hoy es noche larga, por la verbena, si no el café no me dejaría dormir, ja ja.

Sobre los problemas que tienes para escribir aquí, ¡qué pena!, y qué raro, porque yo no los tengo y creo que a todos les va bien. Me sucedió eso en Prosófagos, en alguna época, y nunca supe por qué. Lo que te aseguro es que no es por la página, por el foro. Es algo de tu PC: configuración, algo que has abierto antes, loco ratón, cualquier cosa. Lo mejor sería que escribas y edites en el wordpad y después con copipega lo pongas aquí. Claro que algunos detalles hay que ponerlos aquí por fuerza... A ver si se te arregla pronto, porque ha de ser muy molesto. Trata de reiniciar el PC y entrar directamente en esta página sin hacer nada más, a ver qué pasa. O cambia el ratón, o comprueba el puerto donde esté enchufado.

En cuanto al tema sobre el que opinas, es una antigua discusión en la que Aureliano defendía de modo muy visceral tu mismo punto de vista. Estoy también bastante de acuerdo con vosotros, aunque con matices. En concreto con el comentario que citas, completamente de acuerdo contigo. Pero eso es inevitable, a cada uno le da por lo que le da, y si no se le ocurre otra cosa te puede decir que el tipo de letra no le gusta, o que un paraguayo quizá no comprenda lo que es un controlador. A eso no hay que dar mucha importancia. Pero, en general, Literatura no es sólo redacción, ni sintaxis, ni gramática... Literatura es sobre todo historia, con minúscula. Y es lícito opinar sobre el interés que puede suscitar una historia, o sobre la dificultad que puede encontrar un lector para comprenderla.

Hay que tomar los comentarios como lo que son: comentarios; que a veces no son ni opiniones. Algunos sirven más que otros. Y nunca, nunca, deben desanimar. Porque si son buenos, pues perfecto. Y si señalan errores, fallos, defectos, mejoras posibles, pues aprendemos; al comprenderlos, cuando alguien nos ayuda a ver algo que no habíamos visto antes, en cierto modo nos muestra un camino que quizá la próxima vez podamos recorrer solitos. Y eso también es perfecto. Y si son tonterías, pues ni caso. Pero nunca ni desanimarse ni rebotarse. Y si causan un pelín de irritación es que algo no estamos enfocándolo bien.

En los foros, por muy literarios que sean, hay pocas personas que escriban bien. Y menos aún que hagan comentarios útiles. Y no sólo porque sepan hacerlo o no, también porque para escribir, el que le gusta siempre tiene motivación, pero para dedicar un ratito a comentar sobre lo que escriben otros no todos encuentran interés. Daniel, por ejemplo, está sobradamente preparado, pero no suele hacerlo.

La verdadera utilidad de un foro de Literatura es mejorar la forma de escribir. Visto así, todo lo bueno que tenga un texto ya está ahí, ya no hace falta hablar de ello. In extremis, es más o menos la postura que defiende Aureliano: a los textos siempre hay que atacarlos. Sólo atacando los textos se puede mejorar. Pero aquí no sólo vienen escritores que quieran mejorar (me refiero a los foros en general), también acuden personas a las que les gusta escribir y que pueden buscar, lícitamente, un refuerzo positivo en el reconocimiento de su trabajo. Y además ese trabajo puede ser bastante bueno, como por ejemplo lo es este texto tuyo.

Ya puedes imaginar la cantidad de conflictos que ha habido a lo largo de los años y a lo largo de los distintos foros por este asunto. Entre el "Me encantó" a cualquier memez y el "Es una mierda" a un texto bastante bueno, hay un notable trecho. Lo que hacía Esther era muy loable. Se tomaba un trabajón impresionante en comentar hasta el límite lo que muchas veces no eran más que redacciones escolares. Y lo hacía con tacto, valorando, a veces en exceso, y señalando faltas y arrugas, en lo que con el tiempo adquirió bastante pericia. Ella es insustituible, no se volverá a dar su combinación de querer, poder, entrega y tacto. De modo que hay que conformarse con lo que hay: unos quieren y no pueden, otros pueden y no quieren, a otros les falta tacto y algunos no están dispuestos a perder demasiado tiempo. Para "corregir" una página se tarda diez minutos, pero para comentarla y dar las razones de cada cambio sugerido, de cada cosa cambiada, de cada arruga, como hacía Esther, se tarda una hora. Depende de los errores que haya, claro, pero en general hay bastantes.

Bueno, me he enrollado, con el café ya se sabe... El tema es interesante, a mí personalmente me interesa mucho. Para mí la mejor fórmula es sinceridad + cordialidad. Cuando la gente se conoce, aunque sea virtualmente, y siente amistad, ese camino se encuentra de forma fácil. Y eso es lo que intentamos aquí con los textos que se cuelgan. Poca gente, pocos textos, amistad, es el entorno ideal para tratar de hacerlo bien.

Yo también brindo, con cava, por vosotras.

Abrazos