Letras entre amigos

(Hola, soy nuevo. Aquí os dejo un textito a modo de presentación. Un saludo a todos. Lautaro)


Desperté helado. Amanecía. Los rayos de sol lamían el paisaje y alargaban la sombra de los guijarros, como si corrieran al encuentro de la luz y dejaran la estela de su velocidad pintada en el polvo. No era necesario mirar para saber que mi silueta no se arrastraba a mis talones. Sin embargo volví la cabeza veloz, para sorprenderla, pero no: todo estaba quieto y yo era el único objeto sin sombra en mitad de un páramo ancho como el mundo.

*

Había huido durante toda la noche. No es posible escapar de la clínica. ¿Cómo pude hacerlo? Quizás porque soy un hombre, y porque un hombre, cuando lo es, se respeta a sí mismo y es más fuerte que las cosas. El muro era demasiado alto, diez o quince metros, pero lo alcancé de un salto, como una fiera, como un hombre lobo en luna llena, un instante antes de que las botas de mis perseguidores pisaran mi sombra. Me gritaron en la jerga de los hombres, alterados, temerosos, agresivos. Sobre el muro dejé de oírlos, y me tiré al otro lado con la serenidad del que ha superado sus temores. La maleza amortiguó la caída, me doblé sobre el estómago y rodé barranca abajo. El salto imposible me dejó los huesos intactos y corrí desde el fondo del terraplén hasta sortear las lomas que me separaban del páramo, y el negocio de los hombres quedó atrás. La noche me alcanzó huyendo. No sé cuánto pude correr, ni cómo. Ni qué temía. No había razón, nunca perseguían a nadie más allá del muro; este lado no existía para ellos, todos lo sabían. ¿Qué miedo me empujaba?
La bóveda celeste era un tazón de infinitas estrellas. El sudor y el frío chorreaban por mis brazos. Me tendí sobre una roca y la dureza de su ser me ayudó a ser más hombre. Compacté mis músculos y mi corazón. Me solidifiqué y dormí como una piedra.

*

Avanzó el día y la bola de fuego ascendió sobre el horizonte, pero mi cuerpo siguió entumecido. Me mantuve encogido, los ojos cerrados, hasta que el astro alcanzó el cenit y comprimió los contornos alrededor: todos los objetos encogieron su proyección al tamaño exacto de sus siluetas, y las sombras, verticales, desaparecieron tapadas por el volumen de las cosas. Me alegré. Me punzó una ilusión, me aferré a la evidencia de que la realidad inmediata era toda la realidad, y que yo, tan desnudo como lo demás, formaba parte de ella. Corrí en la misma dirección que el sol para mantenerlo sobre mi cabeza, corrí para igualar su velocidad y detenerlo. Surqué lomas de grama sin mirar atrás, hasta que caí vencido al borde de un estanque, cuando ya las sombras me habían ganado la carrera y se alargaban de nuevo, vivas y delatoras.
Bebí, muerto de sed. El espejo transparente no reflejó mi cara. Quise romper la evidencia y me lancé, pero el chapuzón no alteró la quietud de la superficie, ni espantó a las libélulas que se deslizaban sobre el líquido.

Pues, bienvenido y enhorabuena por este precioso relato. O te lo han corregido a fondo, o demuestras un dominio del idioma superior a la media. Su prosa es casi perfecta y la idea es magnífica y de una gran sensibilidad. El título: perfecto.

Un par de tonterías según mi opinión:

Barranca: aunque es correcto si consultamos el DRAE, opino que "barranco" suena más familiar y así evitas las dos "a" seguidas.

hasta que caí vencido al borde de un estanque,

Tengo la impresión de que añadiendo "de" queda mejor, es mi opinión.

Hay algo al final del relato que no acabo de captar. El hombre no tiene sombra, por lo tanto imagino que tampoco tiene un cuerpo físico. Tu relato se basa en un aspecto fantástico (saltar 15 metros como un lobo solo lo puede hacer un ser ¿humano? no convencional). En este caso, la palabra "chapuzón" me resulta inadecuada, pues me recuerda a alguien que se arroja de cabeza al agua, alguien de carne y hueso. Debido al toque fantástico que le imprimes a tu precioso relato, opino que quedaría mejor un sinónimo más neutral.

Un saludo afectuoso.

_________________

Me ha encantado leerte, Lautaro.

Al leer este cuento me ha parecido ver cómo el alma escapa a su envoltorio y todavía no es consciente de que es libre. Es un texto cuya ambigüedad lo hace misterioso.

Me ha gustado mucho el que persiguiera al sol para ocultar su sombra, precioso.

Bebí, muerto de sed. El espejo transparente no reflejó mi cara. Quise romper la evidencia y me lancé, pero el chapuzón no alteró la quietud de la superficie, ni espantó a las libélulas que se deslizaban sobre el líquido.

Este momento es crucial. El hombre que es hombre y que se respeta así mismo sobre todas las cosas, no es más un hombre.

Bienvenido y felicitaciones!

Blanca

_________________
El presente es tan efímero que justo cuando lo notamos, se ha esfumado. Escribo para no olvidar esos momentos fugaces.
B. Miosi

http://www.bmiosi.com/

Hola de nuevo. He mirado de manera minuciosa en el DRAE y he encontrado esto:

4. m. Pan. Borde en pendiente de un terreno.

Si vives en Panamá o algún país limítrofe, probablemente este es el sentido que has querido dar a la palabra "barranca". En tal caso, me desdigo de mi anterior comentario, pido disculpas y considero el vocablo como apropiado.

De esta manera, la palabra "barranca" la interpreto como "un talud" y no como "barranco", que sería otra cosa.

Saludos afectuosos.

_________________

_________________

---

Saludos desde Barcelona - España.

bienvenido!!!


a estas tierras de las letras y la camaderia, digo venir los amigos y juntos cambiemos al mundo...


sobre tu relato deja y lo leo a la luz de mi lampara de aceite...


mario a.

_________________
escribo y punto.



http://salypimientayyo.blogspot.mx/

Vaya, relatos de esta calidad por un lado me enamoran y por otro me hunden en la miseria, según lo mire como lector o como autor. Me uno al aplauso general y destaco una frase que me ha impresionado por su belleza y perfección:
"Los rayos de sol lamían el paisaje y alargaban la sombra de los guijarros, como si corrieran al encuentro de la luz y dejaran la estela de su velocidad pintada en el polvo." Honradamente creo que es de una belleza impactante. Luego, la duda si hombre o espíritu del personaje es preciosa.
Enhorabuena, Lautaro, espero seguir leyéndote.

_________________
Leo para aprender a escribir; escribo para aprender a leer.

Gracias a todos por los comentarios.
He corregido algunas cosas. Pero lo que me ha sorprendido de verdad y muy gratamente es que, en general, os hayáis percatado de que hay una secuencia en la que el hombre cree seguir estando vivo aunque sospeche algo, algo de lo que no quiere darse por enterado, no del todo.
No esperaba un recibimiento tan conmovedor, tanta comprensión. En fin, estoy que me salgo y feliz.
Repito, muchas gracias a todos: esto es una puta maravilla.

Hola, Lautaro, bienvenido.
Es un relato magnifico al igual que su prosa. Una descripción paso a paso de la huida de un hombre de un hospital, donde el pobre demoró para comprender del por qué sus repentinas habilidades sobre naturales.

Abrazos.

_________________
http://antony-sampayo.blogspot.com