Letras entre amigos

Todos los textos sujetos a copyright. Prohibida su reproducción.
Fecha actual 29 Abr 2024 17:40

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]


Reglas del Foro


LETRAS ENTRE AMIGOS, ZONA ABIERTA A TODOS LOS USUARIOS Y VISITANTES



Nuevo tema Responder al tema  [ 5 mensajes ] 
Autor Mensaje
 Asunto: Insecto
NotaPublicado: 01 May 2011 06:33 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 01 May 2011 01:51
Mensajes: 1382
Ubicación: neza de mis amores
—¡No puede ser!
—¿Por qué?
—Lo estas mirando.
—Pues si... pero no puede ser; al menos no así.
—¿Cómo así?
—Pues así... Sin cabeza. Que la verdad no se como le haces, pero... Se me hace muy increíble.
—¿Increíble? O muy espantoso.
—Pues; no. Más bien... no te ofendas por favor, lo veo grotesco.
—¡Vaya eso! Grotesco. Ridículo entonces.
—No, no quise decir eso. Solo que… no esperaba verte así... Sin cabeza.
—¿Te asusta acaso?
—No, bueno al principio un poco; pero solo al principio. Solo fue eso.
—Que con esas tenemos. Te parezco gracioso, muy gracioso.
— Pensaba en darte una gran sorpresa, veo que solo te parezco... ¿Cómo dijiste? Ah si, grotesco. Grotesco; vaya. Al menos eres sincera.
—No lo tomes tan así...
—ahora arremetes con el así.
—No te pongas así... Perdón, ya ni se lo que digo. Todo esto me parece absurdo, muy grotesc... muy raro. Eso muy raro.
—Ibas a decir de nuevo grotesco ¿Por qué te arrepentiste en ultimo momento?
—Mira; sí deseabas impresionarme, lo lograste. Ahora explícame como lo haces.
—¿Hacer qué?
—¿Cómo qué? Pues eso, andar sin cabeza.
—¿Lo ves anormal? Ver para creer.
—Déjate ya de estupideces y dime de una buena vez. ¿Cómo le haces?
—¿Qué cosa?
—¡Lo de la cabeza! ¡Maldita sea! ¿Cómo le haces para andar sin ella?
—¡Ah! Ya entendí. Pero si tú misma lo mencionaste en alguna ocasión. ¿Te acuerdas?
—¿Yo? ¿Cuándo? Estas loco.
—¿Loco? No estoy; lo estaba, pero ya no. No… ya no.
—A ver, con calma. ¿Qué te ocurrió exactamente? ¿Qué dije? ¿Qué cosa, te dije?
—¿Fuiste estudiante de biología?
—Sí, sí. ¿Y que con eso?
—¡Todo! Ahí tienes la causa de todo...
—Déjate de tantos rodeos, y dime por todas que te pasó.
—¿Recuerdas a las cucarachas que infestaban la cocina de la casa?
—Oye pero eso fue hace mucho tiempo atrás. Éramos niños. ¿Que tiene eso con esto?
—¿Qué le hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—¡Pues no sé! Dime tú. ¿Qué le hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—Les cortábamos la cabeza, con la ayuda de una navaja de afeitar.
—¿La cabeza? ¡Que asco!
—¿Te parece asqueroso? Antes no lo veías así. Al contrario eras tú quien animabas a los demás a buscar al mayor número de insectos; ya después entusiasmada las decapitabas con mucha alegría. Decías que se veían muy chistosas corriendo por todos lados sin cabeza. ¿No te acuerdas hermanita?
—¡No! Y estas loco; loco de remate. Por dios ya ponte la cabeza; te ves, estúpido... Ya pontéela.
—En alguna ocasión me escribiste, desde la universidad, de las condiciones que tienen los insectos de vivir improvistos de la cabeza, reaccionando automáticamente a la luz, la temperatura, la humedad, las sustancias químicas y otros estímulos; que así pueden vivir alrededor de un año más o menos...
—Estas mal, muy mal. Eso solo era un juego; una niñada, solo eso. ¡Nada más!
—¿Eso crees? Pues no. Te tengo malas noticias; no solo en los insectos se operan estas tan peculiares características, también en ciertos individuos humanos.
—No te creo. No es cierto. Estas idiotizado, enfermo. Al quedarte solo en esta casa tantos años, te ha trastornado, te ha hecho mal. Pero eso va a cambiar, te lo juro, mis hijos y mi esposo nos mudaremos aquí; te cuidaremos, ya lo veras. Pero ponte... vamos; por favor, ponte la cabeza.
—Ya no puedo, en serio lo siento, ya no puedo. Hace un año más o menos al no haber más cucarachas a quien quitarle la cabeza; quise conformarme en quitársela a mis pocos amigos... Pero soy demasiado cobarde, no me atreví, desesperado empecé a estudiar la posibilidad cercenar mi cabeza, sin que con ello pusiera en riesgo mi propia vida. Después de muchos ensayos lo logre. Como bien lo has comprobado tú mi buena hermana, mi única hermana.
—¿Qué has hecho Goyo, goyito?
—Así soy feliz. ¿Aun me vas a cuidar? Cada vez estoy más débil.
—Si, claro que si. Ya nunca nos separaremos. Te lo juro hermano.




FIN


MARIO ARCHUNDIA C.

1 DIC 2005


:Mexico.gif:

_________________
escribo y punto.



http://salypimientayyo.blogspot.mx/


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: Insecto
NotaPublicado: 01 May 2011 12:21 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Abr 2011 23:39
Mensajes: 3607
Ubicación: Barcelona - España
[justificar]Hola Mario, no conocía este texto tuyo a pesar de tener ya sus años, según veo. En principio parece surrealista, y lo es, pero lo que más llama la atención es su estructura dialogada por entero, sin una sola palabra de narración, ni siquiera incisos que den explicación ninguna sobre quién habla, cómo lo hace, etc. Es la transcripción por escrito de una conversación sin absolutamente nada más. A pesar de ello, consigues que el lector comprenda bien la historia, quién habla en cada línea y cómo lo dice, a través de sus propias palabras. En realidad esto es una escena teatral, pero más difícil al no poder contar con las inflexiones de voz de los protagonistas, lo que hace más necesaria una puntuación impecable: comas, puntos suspensivos y demás signos.

En cuanto a la historia, diría que es un homenaje a Kafka y su Metamorfosis. Se va sospechando a partir de la mitad del texto y parece indudable la intención cuando al final descubrimos el nombre del protagonista: Goyo, o sea, Gregorio, como Gregorio Samsa. Homenaje, sí, pero contradictorio. Este "Insecto" podría responder a la pregunta ¿qué habría sucedido si la familia de Gregorio Samsa lo hubiese aceptado después de su metamorfosis? Porque tu final, más acorde con los tiempos que corren, más tolerantes, al menos en alguna parte de la gente y del Mundo, está lleno de esperanza para Goyo.

Este descubrimiento, el tratarse de una revisión de una obra bastante conocida, da un nuevo sentido a esa estructura exclusivamente dialogada que comentaba más arriba. Partiendo de una situación igualmente grotesca, espantosa, ridícula, en tu "Insecto" es el diálogo lo que rompe la barrera y acerca a los protagonistas, cosa que en el texto de Kafka no existe. Quizá si Gregorio Samsa hubiese podido hablar y entenderse con sus amigos, otro final hubiese tenido su novela, seguramente. Y ese diálogo se produce porque ni Goyo se siente avergonzado por su situación ni la mujer deja de verlo como a su hermano, ni de sentir afecto y respeto por él, aunque esté sin cabeza. Autoestima, amor y tolerancia.

El título no termina de convencerme... ¿Podría ser "Diálogo"? No sólo describe lo que es el texto sino también la esencia del contenido. No sé, soy malo para eso de los títulos. Piensa a ver si encuentras alguno mejor. Aunque no es malo el que pusiste, que conste.

En el post siguiente reescribo tu texto con algunas modificaciones, pequeños errores que se te habían colado.

¡Bien, Mario, como siempre!

Abrazos[/justificar]

_________________



:Spain.gif: Saludos desde Barcelona - España.
Imagen


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: Insecto
NotaPublicado: 01 May 2011 12:24 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 30 Abr 2011 23:39
Mensajes: 3607
Ubicación: Barcelona - España
[centrar]Insecto[/centrar]

[justificar]—¡No puede ser!
—¿Por qué?; lo estás viendo.
—Pues sí..., pero no puede ser; al menos no así.
—¿Cómo así?
—Pues así... sin cabeza. Que, ¡la verdad!, no sé cómo lo haces pero... me parece muy increíble.
—¿Increíble? ¿O muy espantoso?
—No. Más bien..., no te ofendas por favor, lo veo grotesco.
—¡Vaya!, grotesco. Ridículo, entonces.
—No, no quise decir eso. Solo que… no esperaba verte así, sin cabeza.
—¿Te asusta, acaso?
—Bueno, al principio un poco; pero solo al principio.
—Con que esas tenemos... Te parezco gracioso, muy gracioso. Pensaba darte una gran sorpresa y veo que solo te parezco... ¿cómo dijiste? ¡Ah, sí!, grotesco. ¡Grotesco, vaya! Al menos, eres sincera.
—No lo tomes así...
—Ahora arremetes con el "así".
—No te pongas así... Perdón, ya ni sé lo que digo. Todo esto me parece absurdo, muy grotes... muy raro. Eso, muy raro.
—Ibas a decir de nuevo grotesco ¿Por qué te arrepentiste en último momento?
—Mira, sí deseabas impresionarme, lo lograste. Ahora, explícame cómo lo haces.
—¿Hacer qué?
—¿Cómo qué? Pues eso, andar sin cabeza.
—¿Lo ves anormal? ¡Ver para creer!
—Déjate ya de estupideces y dime de una buena vez: ¿cómo lo haces?
—¿Cómo hago qué?
—Lo de la cabeza, ¡maldita sea! ¿Cómo haces para andar sin ella?
—¡Ah!, ya entendí. Pero si tú misma lo mencionaste en alguna ocasión. ¿Te acuerdas?
—¿Yo? ¿Cuándo? Estás loco.
—¿Loco? No lo estoy; lo estaba, pero ya no. No…, ya no.
—A ver, con calma. ¿Qué te ocurrió exactamente? ¿Qué dije? ¿Qué cosa te dije?
—¿Fuiste estudiante de biología?
—Sí, sí. ¿Y qué, con eso?
—¡Todo! Ahí tienes la causa de todo...
—Déjate de tantos rodeos y dime por todas qué te pasó.
—¿Recuerdas a las cucarachas que infestaban la cocina de la casa?
—Eso fue hace mucho tiempo. Éramos niños. ¿Qué tiene que ver con esto?
—¿Qué hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—Pues no lo recuerdo, ¡dime tú! ¿Qué hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—Les cortábamos la cabeza con una navaja de afeitar.
—¡Que asco!
—¿Te parece asqueroso? Antes no lo veías así. Al contrario, eras tú quien animabas a los demás a buscar al mayor número de insectos y después, entusiasmada, los decapitabas con mucha alegría. Decías que se veían muy graciosos corriendo por todos lados, sin cabeza. ¿No te acuerdas, hermanita?
—¡No! Y estás loco; loco de remate. ¡Por Dios, ya ponte la cabeza! Te ves estúpido... Ya póntela.
—En alguna ocasión me escribiste, desde la universidad, sobre las condiciones que tienen los insectos de vivir desprovistos de la cabeza, reaccionando automáticamente a la luz, la temperatura, la humedad, las sustancias químicas y otros estímulos; así pueden vivir alrededor de un año más o menos...
—Estás mal, muy mal. Eso solo era un juego; una niñada, ¡nada más!
—¿Eso crees? Pues no. Te tengo malas noticias; no solo en los insectos se operan estas tan peculiares características; también en ciertos individuos humanos.
—No te creo. No es cierto. Estás idiotizado, enfermo. Quedarte solo en esta casa tantos años te ha trastornado. Pero eso va a cambiar, te lo juro. Con mis hijos y mi esposo me mudaré aquí. Te cuidaremos, ya lo veras. Pero ponte... ¡vamos, por favor, ponte la cabeza!
—Ya no puedo, en serio, lo siento. Hace un año más o menos, al no haber más cucarachas a las que quitarles la cabeza, pensé en quitársela a mis pocos amigos... Pero soy demasiado cobarde y no me atreví. Desesperado, empecé a estudiar la posibilidad de cercenar mi cabeza, sin que con ello pusiera en riesgo mi propia vida. Después de muchos ensayos lo logré, como bien lo has comprobado tú, mi buena hermana, mi única hermana.
—¿Qué has hecho, Goyo? ¡Goyito...!
—Así soy feliz. ¿Aún vas a cuidarme? Cada día estoy más débil.
—Claro que sí. Ya nunca nos separaremos. Te lo juro, hermano[/justificar]


FIN

Mario Archundia C.
1 dic 2005

Si quieres publicarlo en algún otro lugar, copia y pega el contenido de este recuadro para conservar las etiquetas:


Código:
[center][size=150]Insecto[/size][/center]

[justify]—¡No puede ser!
—¿Por qué?; lo estás viendo.
—Pues sí..., pero no puede ser; al menos no así.
—¿Cómo así?
—Pues así... sin cabeza. Que, ¡la verdad!, no sé cómo lo haces pero... me parece muy increíble.
—¿Increíble? ¿O muy espantoso?
—No. Más bien..., no te ofendas por favor, lo veo grotesco.
—¡Vaya!, grotesco. Ridículo, entonces.
—No, no quise decir eso. Solo que… no esperaba verte así, sin cabeza.
—¿Te asusta, acaso?
—Bueno, al principio un poco; pero solo al principio.
—Con que esas tenemos... Te parezco gracioso, muy gracioso. Pensaba darte una gran sorpresa y veo que solo te parezco... ¿cómo dijiste? ¡Ah, sí!, grotesco. ¡Grotesco, vaya! Al menos, eres sincera.
—No lo tomes así...
—Ahora arremetes con el "así".
—No te pongas así... Perdón, ya ni sé lo que digo. Todo esto me parece absurdo, muy grotes... muy raro. Eso, muy raro.
—Ibas a decir de nuevo grotesco ¿Por qué te arrepentiste en último momento?
—Mira, sí deseabas impresionarme, lo lograste. Ahora, explícame cómo lo haces.
—¿Hacer qué?
—¿Cómo qué? Pues eso, andar sin cabeza.
—¿Lo ves anormal? ¡Ver para creer!
—Déjate ya de estupideces y dime de una buena vez: ¿cómo lo haces?
—¿Cómo hago qué?
—Lo de la cabeza, ¡maldita sea! ¿Cómo haces para andar sin ella?
—¡Ah!, ya entendí. Pero si tú misma lo mencionaste en alguna ocasión. ¿Te acuerdas?
—¿Yo? ¿Cuándo? Estás loco.
—¿Loco? No lo estoy; lo estaba, pero ya no. No…, ya no.
—A ver, con calma. ¿Qué te ocurrió exactamente? ¿Qué dije? ¿Qué cosa te dije?
—¿Fuiste estudiante de biología?
—Sí, sí. ¿Y qué, con eso?
—¡Todo! Ahí tienes la causa de todo...
—Déjate de tantos rodeos y dime por todas qué te pasó.
—¿Recuerdas a las cucarachas que infestaban la cocina de la casa?
—Eso fue hace mucho tiempo. Éramos niños. ¿Qué tiene que ver con esto?
—¿Qué hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—Pues no lo recuerdo, ¡dime tú! ¿Qué hacíamos a las cucarachas de la cocina?
—Les cortábamos la cabeza con  una navaja de afeitar.
—¡Que asco!
—¿Te parece asqueroso? Antes no lo veías así. Al contrario, eras tú quien animabas a los demás a buscar al mayor número de insectos y después, entusiasmada, los decapitabas con mucha alegría. Decías que se veían muy graciosos corriendo por todos lados, sin cabeza. ¿No te acuerdas, hermanita?
—¡No! Y estás loco; loco de remate. ¡Por Dios, ya ponte la cabeza! Te ves estúpido... Ya póntela.
—En alguna ocasión me escribiste, desde la universidad, sobre las condiciones que tienen los insectos de vivir desprovistos de la cabeza, reaccionando automáticamente a la luz, la temperatura, la humedad, las sustancias químicas y otros estímulos; así pueden vivir alrededor de un año más o menos...
—Estás mal, muy mal. Eso solo era un juego; una niñada, ¡nada más!
—¿Eso crees? Pues no. Te tengo malas noticias; no solo en los insectos se operan estas tan peculiares características; también en ciertos individuos humanos.
—No te creo. No es cierto. Estás idiotizado, enfermo. Quedarte solo en esta casa tantos años te ha trastornado. Pero eso va a cambiar, te lo juro. Con mis hijos y mi esposo me mudaré aquí. Te cuidaremos, ya lo veras. Pero ponte... ¡vamos, por favor, ponte la cabeza!
—Ya no puedo, en serio, lo siento. Hace un año más o menos, al no haber más cucarachas a las que quitarles la cabeza,  pensé en quitársela a mis pocos amigos... Pero soy demasiado cobarde y no me atreví. Desesperado, empecé a estudiar la posibilidad de cercenar mi cabeza, sin que con ello pusiera en riesgo mi propia vida. Después de muchos ensayos lo logré, como bien lo has comprobado tú, mi buena hermana, mi única hermana.
—¿Qué has hecho, Goyo? ¡Goyito...!
—Así soy feliz. ¿Aún vas a cuidarme? Cada día estoy más débil.
—Claro que sí. Ya nunca nos separaremos. Te lo juro, hermano.[/justify]


FIN

Mario Archundia C.
1 dic 2005

_________________



:Spain.gif: Saludos desde Barcelona - España.
Imagen


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: Insecto
NotaPublicado: 02 May 2011 00:54 
Desconectado
Avatar de Usuario

Registrado: 01 May 2011 01:51
Mensajes: 1382
Ubicación: neza de mis amores
´gracias.

amigo, lo puse en prosoadictos..dictos. doctos...o sepa.



solo que clarinete comento esto:
ç

Pesado, vaya dialoguitis que has presentado. Es muy bueno.

Hay una cosa, si estoy equivocado, por favor que se me corrija. Los puntos suspensivos, creo que si lo que viene a posteriori es cierre de dialogo comienza en mayúsculas, pero si continúa la frase debe ser minúscula, y si tras los puntos suspensivos hay un signo de admiración no hay que dejar espacio entre los puntos y el signo, si es así deberías repasar algunos diálogos.

Todo esto, claro está si se me permite.

Me ha encantado el dialoguitis.

Un saludo
clarinete


:Mexico.gif: :Spain.gif:

saludos maestro...


mario a.

_________________
escribo y punto.



http://salypimientayyo.blogspot.mx/


Arriba
 Perfil  
 
 Asunto: Re: Insecto
NotaPublicado: 02 May 2011 01:16 
Desconectado
Site Admin
Avatar de Usuario

Registrado: 01 Mar 2010 20:37
Mensajes: 32
[justificar]Hola Mario, he retocado alguna cosa que se podía mejorar, así que mejor vuelve a copiar el texto en verde y sustituye el que tienes en Prosadictos.

Sobre lo que me dices que te contesta Clarinete, creo que hay un malentendido o por tu parte o por la suya.



Citar:
tras los puntos suspensivos hay un signo de admiración no hay que dejar espacio entre los puntos y el signo, si es así deberías repasar algunos diálogos.


Cuando detrás de los signos suspensivos va otro signo de puntuación, no se deja espacio, es cierto. Por ejemplo si va una coma, o un cierre de interrogación o admiración, como en estos casos:

Vaya..., no me digas.

¡Pero por Dios...!

¿Y tú no lo sabías...?


Pero cuando detrás de los puntos suspensivos empieza otra frase, y los signos de admiración o de interrogación son de apertura de la frase siguiente, sí va un espacio, por ejemplo:

Y me lo dices ahora... ¡Qué desfachatez!

Entonces... ¿no lo sabías?


Espero que quede claro, y si no queda claro por allí se lo explicas tú.

Cuídate :wave:[/justificar]

_________________



:Spain.gif: Saludos desde Barcelona - España.


Arriba
 Perfil  
 
Mostrar mensajes previos:  Ordenar por  
Nuevo tema Responder al tema  [ 5 mensajes ] 

Todos los horarios son UTC + 1 hora [ DST ]


¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 20 invitados


No puede abrir nuevos temas en este Foro
No puede responder a temas en este Foro
No puede editar sus mensajes en este Foro
No puede borrar sus mensajes en este Foro
No puede enviar adjuntos en este Foro

Buscar:
Saltar a:  
cron
Powered by phpBB © 2000, 2002, 2005, 2007 phpBB Group
Traducción al español por Huan Manwë para phpbb-es.com