Hola José,
Sé que lo he leído antes, pero como si me viniera de nuevas, no recordaba los detalles.
En los relatos-reflexión hay dos posturas: o el prota te convence y coincides con su valoración, o no. Es sólo un matiz: dice verdad, dice mentira. Para mí esta mujer no cuenta la verdad, pero da suficientes indicios para que el lector pueda ahondar. Eso es en realidad más interesante que una historia convincente.
Toca varios asuntos:
-la decadencia física. El cuerpo es lo que es, la edad, también, y sarasmontieles o sofiaslorenes hay muy pocas. Tampoco seanscóneries abundan. Por lo que se dice, yo no interpreto que sea una mujer ajada sino una mujer que no acepta el paso de los años (tampoco parecen tantos, quizá 35-40) y que da mucha importancia al físico porque para ella la tiene. Y la tiene porque lo necesita para conseguir a los hombres, cosa que parece interesarle mucho. Cuando se tienen veinte años caen como moscas. ¿Carmin en los pezones y "abajo"? Nunca lo había oído, claro que yo de esto no sé mucho.
-la mujer no se corta un pelo: cita con un borracho que queda KO en los prolegómenos, usa como bote salvavidas a su ex, mariconazo de peluca y tacones. Dice que todos los hombres son iguales, no gays, sino de usar y tirar, y que no volverá a ilusionarse. Una crítica que se oye de ambos sexos con frecuencia. Y no les falta razón, porque hay personas, muchas, que van siempre con el mismo tipo de hombres o mujeres. Seguro que ella tiene razón: todos los hombres con los que sale son iguales, sinvergüenzas, borrachos, raros... A ella le gustan así, los elije así. Los hombres sensatos, tranquilos, moderados, no le van. A muchos hombres les pasa a la inversa con las chicas. Cambia de tipo y cambiarás de rollo.
-su entrega a la niña... no me queda clara. Esta mujer se miente mucho a sí misma y su actitud no me parece que sea la de entrega a su hija. ¿Dónde y con quién está la niña mientras ella habla al espejo? ¿O hace unos días, cuando conoció al borracho? No quisiera estar en la piel de esa niña. ¿A qué hora la despertará la niña y en qué condiciones, si son las cuatro cuando vuelve a casa?
La historia podría interpretarse de otro modo: ella sufre de veras por el desamor con el travestido, ruptura que la lleva a buscar consuelo desesperado, uno tras otro. Le sale mal la noche y termina con el ex, su verdadero amor. Pero no me lo creo. Es una mujer narcisista. Y ha sufrido algo muy duro, más para alguien así: su pareja la ha abandonado por otro/s hombres. Quizá no lo suelta del todo porque aún cree que puede ganar esa batalla, se niega a rendirse por su narcisismo.
Quizá la próxima vez que se ponga ante espejo vaya más allá, se mire hacia adentro y vea que el problema no está en los pechos que empiezan a descender sino en el carmín del pubis. De todos modos el tema del sexo es algo tan irracional, por su propio origen y naturaleza, que no se presta a ningún tipo de juicio.
Una historia interesante, sobre la que pensar un rato. Un placer leerte.
Saludos.
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Saludos desde Barcelona - España.