Editorial
¿El 2 de octubre del 68 no se olvida…?
Por qué tendríamos que recordar uno esta fecha, si han pasado más de 50 años, y la vida de un país como México y todo Latinoamérica continua, inexorable a su involución.
Hace 50 años se vivía el apogeo del sistema dictatorial del partido único. En otros lados de América el asunto fue más drástico, con sus gobiernos militares, pero esencialmente eran los mismos motivos, reprimir, cualquier viso democrático, que hubiera. El uso de la fuerza, a grados de barbarie era permitido, sin ninguna contemplación. Todo aquello que despertara la más mínima sospecha de rebeldía social, tenía que ser aplastado a raíz.
Los estudiantes, no sería la excepción. Así fue como la macabra tarde-noche de ese fatídica fecha del 2 de octubre cubrió con horror el México pos-moderno, que esperaba ansioso unos juegos memorables, que sin duda fueron las paladas, que sepulto la negra historia de ese año.
Lo demás, ya se sabe, o se sospecha, pues de ese tiempo a este aún no se abren los archivos catalogados como reservados, se han abierto algunos, tal vez unos, que sin decir mucho, son los que las crónicas se han encargado de hacer ya celebres.
Los autores intelectuales, como suele acompañar esta serie de cosas nunca, se supieron nada, sino simples rumores públicos, que para nada ayudan para que paguen o purguen sus actos criminales.
Decía entonces, nada que recordar, o cual es la razón de olvidarse del 2 de octubre, si a lo largo de estos 50 años se han cometido infinidad de actos violentos en contra de civiles, estudiantes obreros, campesinos, intelectuales, artistas y hasta la prensa misma, (la legitima, no ese ejercito de chayotes al por mayor).
Y como muestra un botón Ayotzinapa. seis años sin saber, que sucedió ese día, sin que organización, por muy fuerte o muy conocida, haya tenido la certeza de informar, que paso con los 43 estudiantes normalistas.
O como comente con algún amigo de las redes sociales, ¿faltara acaso otros 50 años, para celebrar la fiesta como simple onomástico, de una fecha, que sin duda, no se nos olvida a golpe, de hacer pic nic esos días?
Mario Archundia Cortes.
Director general de Prensa Cultural Análisis y Crítica
|