Hola, COLOSAL. Entiendo que se te haga difícil encontrar conexiones entre los micros. Puede haber dos causas: lo mío es demasiado críptico o tu lectura demasiado apresurada. Por si fuera esto último, transcribo un comentario con buen correlato:
...........................
Panchito escribió:
Hola, Eduardo.
El primero y el segundo me parecen basados en una antigua historia tuya, la del prestidigitador al que muerde el conejo dentro del sombrero. Aquí extractadas a su máxima esencia. Bien.
Continúas en el mundo del espectáculo: el ventrilocuo que se queda tan vacío como su muñeco; el mimo o actor, que tras su máscara da una imagen en la que se confunde y crea su propia máscara hasta el otro. Una entrada triunfal. Y acabas con un autor literario que se microrrelata... y se termina a sí mismo.
Gracias por la pasada. Un abrazo